Unas 25.000 firmas piden el pago de las nóminas de los trabajadores

Fuente: La Tribuna de Toledo, 31 de julio

La "marcha amarilla" de los empleados de Ambulancias Transaltozano llegó al Sescam, en el Polígono, y hoy estará en Zocodover. Se quejan de no cobrar las últimas cuatro nóminas

Toledo recibió a la ‘marcha amarilla’ bajo un intenso calor, cuarenta grados de temperatura que no han minado las fuerzas de los trabajadores de Ambulancias Transaltozano que recalaron en la capital regional para reivindicar el pago de sus salarios. En torno a las 12,00 horas del mediodía de ayer lunes llegaban hasta la sede del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) en el barrio de Santa María de Benquerencia después de haber caminado alrededor de 150 kilómetros desde que  el pasado jueves día 26 de julio comenzaran esta particular aventura desde Guadalajara.

La iniciativa culminará hoy con una nueva manifestación en la Plaza de Zocodover. Aquí volverán a incidir en los motivos que les han llevado a esta iniciativa y que son la no aceptación de los recortes de 25 ambulancias de 24 horas de servicio que pasan a 12 horas, la retirada del servicio de ocho UVI móviles de traslados interhospitalarios y la negativa al recorte de un diez por ciento lineal del salario de todos los empleados de la región durante cinco meses. Pero aseguran que sobran los motivos. Y es que, además piden el abono de las nóminas pendientes de pago, que son cuatro.

Sus quejas se han podido escuchar estos días durante un largo itinerario que partía el pasado jueves de Guadalajara para llegar a Armuña de Tajuña (Guadalajara).  En total 20 kilómetros de una protesta que continuaba el viernes desde Barajas de Melo (Cuenca) hasta Tarancón (Cuenca). El cariño de la gente, como apuntó unos de sus portavoces, Serafín García, se pudo sentir también en la tercera jornada que desde Tarancón pasó por Santa Cruz de la Zarza y Villarrubia de Santiago, ya en la provincia de Toledo.

Los participantes en esta marcha aseguraron ayer que han recogido muchos apoyos en todas las poblaciones por las que han pasado estos días. Esta ayuda está plasmada en un total de 25.000 firmas que en la pasada jornada entregaron en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, momentos antes de reunirse con sus responsables.

Rúbricas que también recopilaron el domingo en Villarrubia de Santiago, Ocaña y Yepes para pedir a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que frene los recortes en una «materia tan importante como es la sanitaria y, en este caso, en el servicio de ambulancias».
La salida de ayer lunes estaba en Villasequilla y después de recorrer veinte kilómetros a pie, sus camisetas colorearon de amarillo la entrada de las instalaciones del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha en el Polígono. Equipados con gorras, gafas del sol y, por supuesto, con botellas de agua, los trabajadores de Transaltozano seguían pidiendo a gritos el pago de las nóminas de mayo y junio y la paga extra de julio. Es más, aterrizaron en Toledo temiendo lo peor, «no sabemos si vamos a cobrar el salario de este mes». «La empresa nos dice que el Sescam no tiene liquidez, que a ellos no les pagan y entonces a nosotros tampoco».
A pesar de los kilómetros recorridos, el cansancio no ha logrado callar sus voces. Sus reivindicaciones, dicen, seguirán sonando porque esta ‘marcha amarilla’ sólo ha sido «un ciclo» al que se pone broche y final hoy en Zocodover. Y es que, denunciaron también que les prometieron que el problema se solucionaría con el crédito del ICO y «no han cumplido con los 1.000 trabajadores que tiene la empresa en toda la región y a los que se deben unos 5.000 euros de media».
Cincuenta personas han formado parte del grupo con el que ha contado esta marcha a diario, algunos de ellos han conseguido cumplir con el cien por cien del recorrido mientras otros compañeros cubrían sus servicios y otros han acudido cuando estaban de libranza.
Así, agradecen el recibimiento que han tenido en todos estos pueblos de la región. «No han recibido entre aplausos y mostrado toda su solidaridad con este problema, notamos que la gente está con nosotros porque pertenecemos a un sector de actividad que es esencial». También hubo agradecimientos a los agentes de la Policía que han velado por su seguridad y que «no han puesto excesivas pegas».
«Esta marcha amarilla simboliza el sentir unánime de todos los trabajadores de la región que a pesar de la estrategia empresarial torpe y mal enfocada siguen recibiendo felicitaciones por el servicio que prestan, por la profesionalidad que muestran y por el buen hacer diario en la realización de su servicio». Por eso, dicen desde UGT, el Sescam y la empresa concesionaria «deben hacer todos los esfuerzos necesarios para reconducir esta situación».