Fuente: un seguidor del blog, Antonio, aunque nosotros, desde Viernes en Negro Toledo, suscribimos todas y cada una de sus afirmaciones
La resaca de la manifestación de Madrid del 22 de marzo ha sido agridulce. Por un lado los que estuvimos no tenemos palabras para describir lo que allí vivimos. Formar parte de un grupo de más de un millón de personas es difícil de explicar, sobre todo cuando toda la gente va al unísono y está en la misma onda, aunque se proteste por diferentes cosas. Hubo un momento que teníamos a la gente de Gamonal (Burgos) delante, y de un pueblo que quieren anegar con la construcción de un pantano detrás. Eso fue la manifestación, mucha gente muy cabreada manifestándose en perfecta armonía. Por este lado genial.
Pero uno quiere que este tipo de actos, sobre todo cuando salen bien y desbordan todas las expectativas, lleguen al conocimiento de todos los que no estuvieron allí. Y esto no ha pasado. La gente no sabe lo que allí pasó. De ello se han encargado, por un lado el gobierno (por ejemplo no permitió imágenes aéreas de todo el recorrido de la manifestación, que habrían sido algo espectacular), y por otro los medios de comunicación, que no cubrieron las Marchas por la Dignidad ni cubrieron después debidamente la manifestación final.
Al final todo ha quedado en las tortas que se dieron cuatro vándalos con la policía. Eso es lo que la gente ha visto en los informativos.
Hemos mandado a los medios esta nota de prensa, que no van a publicar, porque más que nota de prensa es la necesidad de decir lo que pasó.
Las Marchas por la Dignidad se pudieron hacer gracias a las Redes Sociales, y tal vez deberíamos apoyarnos ahora en ellas para contar a todo el mundo lo que pasó en Madrid el 22 de marzo. Mandemos este texto, o cualquier otro, pero que cuente el éxito de la manifestación, y pidamos que lo reenvíen y difundan.
Un abrazo
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