Todos los sindicatos rechazan los servicios mínimos que pretende imponer el Gobierno Cospedal para tratar de trasladar una falsa apariencia de normalidad.
Por primera vez, todos los sindicatos representativos, de la enseñanza pública y también de la enseñanza privada, más las organizaciones representativas de las madres y padres de alumnos y las que representan a los estudiantes, es decir, toda la comunidad educativa, convocamos una huelga general de Enseñanza el próximo día 24 de octubre.
Como respuesta, en la reunión mantenida ayer con todos los sindicatos, la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha "vuelve a imponer unos servicios 'mínimos' que lesionan el derecho de huelga de los trabajadores de los centros educativos. Así lo hemos entendido todos los sindicatos, que hemos rechazado la propuesta", denuncia Alfonso Gil, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO CLM
"Pedimos a la Consejería que recapacite y establezca unos servicios mínimos como los que se fijaban antes de la llegada del PP al gobierno y que, con acuerdo sindical, garantizaban el ejercicio del derecho de huelga sin ningún problema", añade Gil, quien indica que "nuestros servicios jurídicos estudiarán la propuesta de la Consejería con la intención de recurrirla si procede"
Gil recuerda que "hace no muchos meses, los tribunales tuvieron que enmendar la plana a la Consejería sentenciando, en respuesta a una demanda de CCOO, que los servicios mínimos establecidos en las últimas huelgas eran ilegales. Rectificaron, pero tan poco que la garantía del ejercicio del derecho de huelga sigue en entredicho."
"Ayer, explica Gil, nos encontramos con más de lo mismo: unos servicios mal denominados 'mínimos', que son un calco de los impuestos en la huelga del pasado 9 de mayo, también rechazados por los sindicatos convocantes. Con un ligero maquillaje pretenden convertir en válidas las trabas que impiden a elevado porcentaje de trabajadores de los centros educativos el ejercicio del derecho de huelga".
"Todo el afán de la Consejería parece ser el de dar una falsa impresión de normalidad. Y para ello no tiene reparos en impedir de forma gratuita e innecesaria que los trabajadores de la enseñanza ejerzan su derecho a la huelga –un docente por cada tres grupos de alumnos en Educación Infantil o Primaria o uno cada seis grupos en los de Educación Secundaria o personal de servicios educativo o complementarios- o en tildar de esenciales servicios que, como el transporte escolar, han sido considerados como no esenciales por los tribunales y que, para más burla, la Consejería está restringiendo y dificultando a diario."
"Lo que ocurre no es normal por mucho que se empeñen y la comunidad educativa quiere que ese día se note. Hablar de normalidad es negar lo evidente: que la comunidad educativa en pleno rechaza los recortes que están destrozando la enseñanza y pide la retirada de iniciativas legales que, como el decreto de becas o la LOMCE, perpetúan los recortes, restringen los servicios que reciben el alumnado y sus familias y nos retrotraen a un pasado que creíamos felizmente superado."
"Así se está demostrando en la masiva respuesta a la consulta ciudadana que la Plataforma Estatal por la Escuela Pública estamos realizando y que seguirá hasta el día 27 y así se demostrará el día 24 en la huelga y en las manifestaciones y concentraciones que se realizarán en todas las provincias", concluye Gil.
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