viernes, 21 de junio de 2013

REQUIEM POR LA SANIDAD ESPAÑOLA

Enrique Martínez Molina

Réquiem por la Sanidad. Pero no por la Sanidad Pública o por la Sanidad Privada. ¡NO! Réquiem por la Sanidad Española.

La Sanidad Española era una perfecta desconocida mundialmente hasta los años 70 del siglo pasado. Había figuras notables. Algunas muy notables. Incluso algún Premio Nobel. Pero el conjunto de la Sanidad en nuestro país, nunca salía de la mediocridad, nunca llegaba al simple aprobado en la escala internacional.


¿Qué ocurrió para que todo cambiara en los años 70? Pues simplemente el desarrollo de unos Programas de Formación de Médicos Internos y Residentes (programa MIR), cuya calidad fue muy alta desde el principio, y cuyos frutos se extendieron generosamente por toda nuestra geografía, con estos médicos formados en el programa MIR como vectores. Formación MIR que se llevó a cabo en los Hospitales Públicos.

Tanto fue así, que la Calidad media de la asistencia sanitaria en el país, dio un salto hacia arriba que resultaba casi increíble. Dio un salto tal, que nos permitió colocarnos a la altura de cualquier otro servicio sanitario del mundo sin ningún tipo de complejos. 

Y además se consiguió a un precio para el conjunto de la Sociedad mucho más bajo que en los países con desarrollos sanitarios similares al nuestro. 

Y esa formación, adquirida vía programa MIR, en los hospitales públicos, permitió que la Sanidad Privada diera el mismo salto cualitativo. ¿Qué profesional de la Medicina Privada no compatibiliza su tarea con la Medicina Pública o la compatibilizó en su formación? ¿Qué profesional brillante ejerciente en la Medicina Privada no se formó en la Medicina Pública?

Pues todo este salto cualitativo, todo este esfuerzo de los últimos 40 o 50 años, todo este merecido orgullo de la Sociedad por nuestra Asistencia Sanitaria Nacional, va a perderse. Y va a perderse por la decisión política de unas personas con nombres y apellidos concretos. Unos responsables directos a quienes la Sociedad, tarde o temprano, debe exigir responsabilidades por ello. 

Y esta pérdida no es una suposición. Hay datos muy concretos que permiten predecir el futuro basándonos en la experiencia previa. 

En Madrid existe una muy bien conocida Clínica que nació con el objetivo de la “excelencia”. Fue uno de los hospitales que comenzaron la formación de los médicos jóvenes vía programa MIR, junto con el Hospital General de Asturias, el hospital Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, El Hospital de Valdecilla en Santander o la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, sumándose en los inmediatos años posteriores gran cantidad de centros en todo el país. De manera que en los últimos años 60 y primeros 70, esta Clínica madrileña era uno de los centros más solicitados por los recién-licenciados en medicina. Solo los mejores conseguían un puesto para su formación allí. De esa Clínica salieron muchas generaciones de magníficos profesionales, que a su vez difundieron sus enseñanzas concretas y, ¡algo mucho más importante!, una metodología de estudio y trabajo, que son la auténtica base de la Calidad de nuestra Sanidad. 

Hace unos años, esa Clínica pasó a “gestión Privada”. 

Desde muy poco tiempo después, como demuestran las estadísticas (y se puede comprobar con total facilidad pues son datos públicos), dejó de ser demandada como centro de formación por los licenciados más brillantes de cada generación de médicos, como lo había sido en el pasado. 

¿Qué había ocurrido? ¿Se habían vuelto ineptos los profesionales de dicha Clínica, que hasta entonces eran magníficos? ¿Se habían vuelto estúpidos los recién-licenciados que desdeñaban unos de los mejores centros del país para su formación? ¡NO, por supuesto, ninguna de las dos cosas! La organización del trabajo que se impuso por parte de la “gestión Privada”, mermó su capacidad de formación de nuevos profesionales. Cual árbol al que dejamos de regar, siguió dando excelente sombra (hasta que sobrevenga su muerte definitiva), pero ya no dio frutos. 

Hoy, personajes más interesados en la Economía que en la Calidad, sobre todo si es su propia economía, han tomado la decisión de privarnos a los españoles de la Sanidad de máxima Calidad que hemos tenido, para convertirlo en un negocio privado. Negocio cuyo final no pasará de los 5-10 años por merma de la Calidad. Claro que en estos años, unos “pocos” se habrán enriquecido a costa de unos “muchos”. Y entonces, quien quiera Sanidad de Calidad, deberá pagársela fuera de España. 

Supongo que, como antes de los 70, seguirán existiendo contados magníficos profesionales, la mayoría de ellos formados en el extranjero como ocurría entonces. 

Pero, sin ninguna duda, la Calidad Media de la Sanidad de nuestro país, la Calidad que hoy podemos encontrar en cualquier hospital de la provincia más pequeña, habrá desaparecido.

El daño no se producirá bruscamente como es lógico, y por tanto les dará tiempo a esconder sus responsabilidades, pero el daño existe, y su decisión es como la de dejar de regar el árbol. No se nota en el corto plazo, pero el daño a largo plazo es ya irreparable.

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