Fuente: www.elplural.com, 28 de abril
La crisis ahoga y también mata: Asaja y CC OO critican la situación de los jubilados del campo, “obligados a seguir trabajando para mantener a sus familias”
Cómo tiene que estar la situación en el campo para que Asaja, la asociación de los terratenientes y grandes propietarios de explotaciones agrícolas, y Comisiones Obreras, el sindicato de los trabajadores y de la mano de obra barata, se pongan de acuerdo en el diagnóstico y enciendan todas las alarmas ante los últimos sucesos acaecidos en Castilla-La Mancha donde cuatro ancianos (entre 65 y 81 años de edad) han muerto en apenas una semana en otros tantos accidentes ocurridos al volcar los tractores que conducían.
Pensiones de 500 euros
Así es, Asaja y CC OO, a preguntas de Efe, han encendido todas las alarmas y levantado la voz de alerta sobre la situación de estas personas, cuya baja pensión les hace seguir trabajando en labores del campo para poder mantener a sus familias. Ambos coinciden en que la pensión que reciben los jubilados del campo (entre 500 y 600 euros al mes) les obliga a seguir vinculados a las tareas agrícolas para mantener a sus familias.
“¡Qué más quisieran que descansar!”
En este sentido, el portavoz de la patronal agrícola tiene claro que la gente que se jubila no tiene otro remedio que seguir yendo a trabajar. ¿Por qué? Porque tiene unas pensiones muy bajas y tienen que hacerlo necesariamente. “¡Qué más quisieran ellos que poder descansar después de tantos años trabajando!”, se lamenta Fresneda. Lo que persigue Asaja es que se ponga en marcha “algún instrumento que permita a estos trabajadores de setenta e incluso ochenta años poder descansar y no seguir en las tareas del campo”, señala.
Mantener a los hijos que están en paro
Y es que las mujeres y los hombres del campo saben que en estos momentos no es hora de abandonar las tareas agrícolas, aunque como muy bien recuerda Fresneda, un gran conocedor del mundo rural, en otras regiones, como en Castilla y León, el Gobierno autonómico tiene acuerdos con entidades financieras y el agricultor, al llegar a la jubilación cede sus tierras a una persona más joven a cambio de una aportación (de la Junta y de la entidad) que hace que su pensión sea algo mayor, “porque con lo que recibe un agricultor no puede atender sus necesidades y las de su familia, incluidas en este momento las de hijos que se hayan quedado sin trabajo”, concreta.
“Niños yunteros”
En parecidos términos se expresa Raquel Payo, secretaria regional de Salud Laboral de CCOO en Castilla-La Mancha: “Han sido niños yunteros, han cultivado el campo hasta la extenuación y ahora, a su edad, no pueden permitirse abandonarlo”. En su opinión, es “dramático que la sociedad actual no sea capaz de garantizar una vejez acomodada y una pensión digna a unas personas que han trabajado sin descanso y se han dejado la piel en las tierras de Castilla-La Mancha”, para seguidamente sentenciar, “no han cogido el tractor por hacerse los valientes, sino por necesidad”.
Un 70% menos en prevención
Puede que todo esto tenga relación con que Castilla-La Mancha fuera la tercera comunidad con mayor siniestralidad laboral en 2012, y que de los 37 accidentes mortales, ocho correspondieran al sector agrícola, pese a que el pasado año hubo casi 57.000 trabajadores menos afiliados a la Seguridad Social. Sin embargo, el Gobierno que preside María Dolores Cospedal no ha dudado, siempre según CC OO y UGT, en reducir un 70 % el presupuesto para la prevención de riesgos laborales. O lo que es lo mismo: Tanto tienes, tanto vales.
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