Fuente: www.elplural.com, 23 de abril
Los 'populares' montaron campañas de 'ocultación' cuando la crisis tumbó algunas previsiones y ahora argumentan que "lo hacen todos los países"
Hace apenas un mes que Bruselas sacó los colores al Gobierno español corrigiendo al alza su déficit público en 2012 (hasta el 7%, el 10% incluyendo el rescate bancario) y desmontando el maquillaje contable del ministro Montoro de no incluir datos de devoluciones del IRPF pendientes. Ahora desde el Gobierno admiten que tampoco van a cumplir con las previsiones para este año y De Guindos apunta ya a un déficit del 1,5% en lugar del 0,5% anunciado. El nuevo cuadro macroeconómico se remitirá este viernes a Bruselas junto a otro plan de medidas de ajuste, como contrapartida a una flexibilización del calendario para ajustar el déficit por parte de la Comisión Europea, medida que se da ya por segura.
El Gobierno minimiza los incumplimientos
Los incumplimientos macroeconómicos del Gobierno confirman lo que se les viene reiteradamente desde que sacaran las tijeras: los recortes en el contexto de recesión no iban a servir para cumplir con los objetivos de déficit ya que incidirían en la contracción. El Gobierno ha salido al paso de esta realidad para minimizar sus bailes de datos macroeconómicos.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez-Latorre, ha asegurado esta mañana que no se debe “dramatizar” el hecho de que hayan empeorado las previsiones para este ejercicio. El portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, ha defendido que los presupuestos -que pivotan precisamente sobre las previsiones económicas- siguen “vigentes” aunque se vayan a cambiar, y ha argumentado que con el anterior Gobierno socialista el déficit público se desvió en 2008 y en 2009 más de lo que ahora rectifica Rajoy. Pero que el Gobierno admita que no va a cumplir y cambie ya el objetivo no significa que vaya a ajustarse al nuevo dato al final de año. Mientras, Rajoy se ha mostrado laxo con el cuadro macroeconómico diciendo que “normalmente” las previsiones se hacen tres veces al año así como que las previsiones se cambian “en toda la UE” o en “cualquier país civilizado”, ya que se “adecuan” al contexto económico.
El dramatismo que se gastaba el PP
La tranquilidad del Gobierno y sus llamamientos a no “dramatizar” sus desajustes contrasta con sus reacciones cuando la crisis tumbaba previsiones al Ejecutivo precedente. Todavía colean las acusaciones de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tras la victoria electoral del PP, cuando acusaba a la exministra de Economía Elena Salgado de que en diciembre de 2011, cuando se produjo el traspaso de poderes, no le hubiera dado el dato del déficit para ese año inconcluso -un objetivo que se disparó por el incumplimiento de las comunidades, la mayoría gobernadas por el PP aunque se supone que los Fabra, Feijóo o Aguirre no estarían entonces engañando a Salgado o al propio Rajoy que se encaminaba a la presidencia-.
Cuando Bruselas corrigió a Montoro, un bloguero recuperó, con gran repercusión en las redes sociales, varias de las portadas que la prensa de la órbita del PP montó haciéndose eco de las acusaciones de ‘ocultación’ de Sáenz de Santamaría a partir de los desajustes en el déficit. Esa misma prensa pasó ‘misteriosamente’ de puntillas por las desviaciones de Montoro, una tan llamativa como el rescate bancario que por mucho que Bruselas permita que no se cuente, representa tres puntos de déficit en el PIB que no habían sido previstos por el Gobierno.
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