viernes, 10 de enero de 2014

Los Puntos de Atención Continuada (PAC), un servicio imprescindible (que la Junta quiere eliminar)

Fuente: www.diariodetoledo.es, 10 de enero

Hace ya varios meses, la Consejería de sanidad de Castilla-La Mancha inició el proceso de acoso y derribo de los servicios de urgencias de nuestros centros de salud, que tal y como dicta la Ley, tienen encomendada desde hace muchos años, la función de asistir las urgencias sanitarias y otras contingencias de salud, de manera ininterrumpida (24 horas) y accesible, y siempre desde los presupuestos de proximidad al domicilio e inmediatez.


Fue aquel un intento presidido por el falseamiento de la realidad y el nulo respeto a la verdad. Quizás por eso mismo, desde el principio mereció el descrédito y la reacción en contra de amplios sectores de la población que, por propia experiencia, sabían lo que representaban esos cierres, y que era lo que se jugaban en esa operación de recorte.

Son servicios asistenciales que se demostraron necesarios e imprescindibles hace ya muchos años, y que se constituyeron por mérito propio en eslabón fundamental de la "cadena asistencial", es decir, una parte de esa cadena o proceso, con características propias e insustituibles, basadas en la amplitud de las demandas atendidas, y en la proximidad e inmediatez que permiten una rápida actuación, tantas veces decisiva.

Hipoglucemias, dolores torácicos, registros electrocardiográficos, canalizaciones venosas, oxigenoterapia, agudizaciones de EPOC, etc, son atendidos en primera instancia por estos servicios.

Su tiempo de respuesta oscila entre 0 y 4 minutos, y su porcentaje de resolución supera el 80%.

Aquel proyecto de cierre de PAC que se impulsó desde estadísticas inciertas, frases poco acertadas, e intereses no siempre declarados, fue un aldabonazo que despertó a muchos y los hizo conscientes del proceso de recortes y privatización puesto en marcha.

La pasión e incluso el desgarro con que la población se manifestó en defensa de esos servicios, vino a contradecir desde la certeza que sedimentan las experiencias vividas, las falsas justificaciones de los dirigentes políticos y sus eufemismos. Los recortes de derechos son recortes de derechos, no reformas. Y no cabe en una democracia, sustituir el derecho a la salud, por el privilegio de sobrevivir en función de la calidad de la cuenta corriente.

La población se manifestó con pancartas, alzó su voz, declaró su angustia y miedo, gritó, lloró, y empujó con su entusiasmo.

Esos servicios se defendieron por doquier (no solo en nuestra Comunidad), y de todas las maneras posibles: manifestaciones, encierros en los PAC, videos en youtube, actuaciones, flashmob, redes sociales, asociaciones, verificaciones frente a notario, tribunales.

También desde el ámbito profesional se alzó la voz y se reclamó sensatez. Médicos, enfermeros, sindicatos, y otras instituciones que no pudieron ignorar el clamor ciudadano, colegios profesionales, OMC, vinieron a sumarse a la protesta.

Y finalmente los tribunales, pararon el proceso.

Esa defensa "popular" y "técnica" al mismo tiempo, de esos servicios públicos, no se basó solo en argumentos humanitarios, sino también en argumentos técnicos, legales, y asistenciales, inspirados por la ley y la razón.

En los últimos puentes y fiestas navideñas, esos servicios han batido récords de asistencia. En algunos de estos PAC de nuestros centros de salud, la sala de espera nunca ha estado sin pacientes durante prolongadísimos tramos horarios. Durante las noches se han producido frecuentísimas asistencias, tanto dentro de los PAC como fuera de ellos.

Según algunas informaciones, el servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud, realizó el mayor número de asistencias (556) el día 2 de enero, con una media diaria de 400 asistencias.

Durante estos últimos días, algunos PAC de atención primaria han superado las 200 asistencias, y muchos han sobrepasado las 100 asistencias. Eso significa que estos servicios realizan en su conjunto, muchos miles de asistencias al año.

Es fácil, deducir, a partir de estas cifras, las consecuencias asistenciales que podríamos estar viviendo estos días, si los tribunales no hubieran parado esos cierres.

Y a pesar de todo ello, nuestro Consejero, en manifestaciones recientes a la prensa, confiesa que no ha cejado en su empeño.

La situación de deterioro asistencial y de falta de respeto al paciente que hoy copa todos los medios de comunicación, bastará por si sola para pedir la dimisión del Consejero.

AMEPEAC (Asociación de Médicos y enfermeros PEAC)

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