El Gobierno de Cospedal no ha publicado a día de hoy, 2 de diciembre, las listas de espera por centro y especialidad en la página web del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y que es accesible a los ciudadanos.
De esa forma, lleva un año sin informar de las listas de espera en la sanidad pública castellano-manchega a la ciudadanía, ya que las últimas publicadas en el Sescam corresponden a diciembre de 2012.
Es decir, a partir de diciembre de 2012 dejó de renovar estos datos de demora que se publicaban mensualmente de manera ininterrumpida desde junio de 2003.
Esta opacidad informativa infringe el artículo 7 de la Ley de Garantías en la Atención Especializada, en el cual se señala que "el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha facilitará información mensual, a la que podrán tener acceso todos los ciudadanos, del número de pacientes que figuran en las listas de espera de todas las especialidades en centros propios y concertados por el Servicio de Salud".
Los datos se presentan desagregados en varios conceptos: Número de pacientes en espera; tramos por días; tiempo medio en lista de espera; y número de pacientes en demora por cada mil habitantes.
Las denuncias por las excesivas demoras en los hospitales públicos de la región son continuas y las agendas de muchas especialidades correspondientes a 2013 están cerradas desde hace tiempo, aunque oficialmente no se reconozca, lo que está dejando fuera a muchos pacientes de esa lista de espera oficial.
El PSOE ha cifrado en 200.000 personas el número de personas que están esperando para ser intervenidas, pendientes de que le vea un especialista o para hacerse una prueba diagnóstica.
Una cuarte parte de esta demora, unas 50.000 personas, corresponde a operaciones quirúrgicas, muchas de ellas con más de seis meses de retraso, y en algunas especialidades como Traumatología, más de un año.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, tras dos años y medio de recortes sanitarios, ha anunciado durante todo el año un plan de choque de 15 millnes de euros para reducir las listas de espera a final de año.
Un plan que se ha limitado, por lo que hasta ahora se sabe, a derivar pacientes a clínicas privadas de Madrid y de la región, y a un trasvase de un hospital público a otro, con los inconvenientes que conlleva para enfermos y familiares, mientras se denuncian desde distintas organizaciones sindicales, plataformas ciudadanas y de manera individual que se mantienen cerradas plantas y quirófanos públicos.
Además, si el paciente se niega a ser derivado, después de esperar meses para ser atendido, se le advierte de que volverá a la cola de la lista de espera, lo que motiva muchas veces que el enfermo rectifique y acepte la propuesta de la administración sanitaria.
Según el último barómetro sanitario del CIS correspondiente a 2012 y publicado el pasado mes de agosto, los castellano-manchegos perciben que el problema de las listas de espera ha empeorado bastante desde que gobierna Cospedal.
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