lunes, 12 de noviembre de 2012

Habrá que esperar al suidicio de un dependiente

Fuente: www.diariodetoledo.es, 11 Noviembre 2012
España está revolucionada, España llora por el fin trágico de ciudadanos que hasta hace poco vivían, soñaban, sufrían, amaban, lloraban y reían en el latir diario de un País al que considerabamos avanzado,  democrático, igualitario y con conciencia social. Los deshaucios con tan trágicas consecuencias se han convertido en el estallido mediático que parece necesitaban nuestros gobernantes para empezar a entender que dirigir el destino de una sociedad no puede hacerse con un único horizonte, el numérico.
España llora y hace suyos todos los sentimientos de un pueblo que se siente engañado, estafado, humillado y sobre todo muy muy asustado. Los desahucios son sólo la punta de lanza de todo lo que está ocurriendo. Los desahucios se han colocado frente a todos los focos mediáticos por la reacción desesperada de personas a las que se les ha llevado a un callejón sin salida, y por la reacción solidaria y llena de sentido común de muchos colectivos ciudadanos que creen todavía que la defensa del derecho a una vida digna merece alzar la voz ante los grandes poderes que nos desgobiernan.

Desde numerosos sectores de nuestra sociedad se levantan voces pidiendo el freno a esta locura, a esta  sinrazón que no entiende cómo es posible que la misma persona que contribuye a salvar con su dinero una entidad bancaria sea ejecutada por la misma. Los bancos están en el punto de mira de todos los ciudadanos, unos bancos que a pesar de recibir dinero público para su salvación se están beneficiando de un sistema de cobro y procedimiento de desahucio que data de 1903.

Sin embargo, la situación de nuestro País tiene muchas aristas, y una de ellas va a saltar de igual manera que ha saltado la de losdesahucios. Me estoy refiriendo a lo que se está haciendo con los más frágiles que no han elegido su situaciòn y de la que nadie está libre, las personas en situación de dependencia.

La diferencia con el problema de los desahucios es que estos últimos provienen de una legislación de hace más de 100 años mientras que el callejón sin salida a la que se le está empujando a todos las persona dependientes son responsabilidad directa de una legislaciòn hecha mediante decretazo por este Ejecutivo. Ejecutivo que ha puesto sobre la mesa sus más profundas raíces ideológicas enfocadas hacia un colectivo al que consideran improductivo, sin valor y que entienden es un despilfarro cualquier euro que pueda dirigirse a él. Sin embargo, el Gobierno de Rajoy, el de Castilla-León, el de Murcia, el de la Comunidad Valenciana y sobre todo el de la Sra. (de) Cospedal en Castilla-La Mancha, deberìan tener en cuenta lo que está sucediendo con el drama de los desahucios y extrapolarlo a la voladura controlada a la que están sometiendo a la Ley de Dependencia. Una familia desahuciada, con todo el dolor y desesperación que implica, puede tener una segunda oportunidad. Una persona desahuciada y en situaciòn de trabajar, a pesar de lo difícil que es superar esta desgracia puede salir adelante, puede intentar insertarse en el mercado laboral, puede luchar por tener una vida digna a pesar del tremendo zarpazo que eso supone. Una persona valorada como "gran dependiente" es una persona absolutamente indefensa, es una persona que ni siquiera tiene, en la mayoría de los casos, conciencia de la situación tan dramática que está sufriendo. Esa situación la viven a diario los familiares que durante las 24 horas al día, los 365 días del año, los cuidan, los dan las atenciones y sobre todo el cariño y el afecto que ellos necesitan.

A este colectivo es al que más duramente se ha castigado por parte de unos ejecutivos, tanto nacional como autonòmicos, sin haber tenido en cuenta las consecuencias tan drámaticas que pueden producir. Los familiares que tienen personas dependientes están llegando a un límite en el que cruzar la línea de lo razonable es solo cuestión de tiempo, de poco tiempo diría yo. Reducirles de forma tan inhumana sus escasas prestaciones, expulsarles de la cobertura de la Seguridad Social, aplicarles una hipoteca inversa por parte de la administraciòn, exigirles un certificado de idoneidad para poder cuidar a sus hijos y encima cobrarles por ello, prolongar los tiempos de espera hasta dos años y medio con la intenciòn de quemuchos de  ellos fallezcan antes de poder acceder a una prestación... Son entre otras muchas imnominias a las que están siendo sometidas, y va a llevar, con absoluta certeza, al mismo resultado al que han llevado los desahucios salvajes y que no es otro que la reacción desesperada de quien ve como el Gobierno de España y muchos de los autonómicos les están llevando a no poder proporcionar a sus hijos, hijos gravemente enfermos, los cuidados que necesitan.

Llevamos recibiendo en nuestra Plataforma, sobre todo tras el Decretazo de 13 de julio y los decretos que se han y se están publicando en Castilla-La Mancha, y que llevamos denunciando y advirtiendo de sus consecuencias durante tiempo, los relatos de personas, sí personas con nombres y apellidos y no expedientes administrativos a los que rebajar su montante económico, que nos están manifestando su imposibilidad de continuar atendiendo a sus familiares, muchos de ellos niños en estado vegetativo, planteando el suicidio como salida única a la situación a las que les ha llevado la política canalla e inmoral de Rajoy, y sobre todo su avanzadilla legislativa como es la presidenta de Castilla-La Mancha, Dª Dolores (de) Cospedal.

Desde estas líneas lo aviso, los suicidios que se están produciendo por los desahucios van a extenderse a los dependientes. Revertir esta situación está en manos del Gobierno de la naciòn y del ejecutivo de Dª Dolores. Solo espero que los focos mediáticos no tengan que dirigirse hacia la acción desesperada de alguna familia con dependientes para que tanto unos como otros pongan remedio. Quién quiera oír que oiga.

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