Fuente: EL PAIS, 26 de septiembre
El colectivo seguirá con los mismos salarios por tercer año consecutivo. El Ejecutivo adelanta que sí habrá paga extra de Navidad para el próximo eje
Los funcionarios volverán a perder poder adquisitivo. El Gobierno
congelará el sueldo a los empleados públicos de la Administración
central del Estado en 2013, según confirman fuentes gubernamentales y
sindicales. Los funcionarios llevan sin subidas salariales desde 2010,
cuando el anterior Ejecutivo socialista les rebajó el sueldo un 5%. En
los años siguiente se les congeló la nómina como medida de ahorro del
Estado.
El sindicato mayoritario de la función pública, CSI-F, calcula que en
este periodo han perdido entre un 25% y un 30% de poder adquisitivo.
La medida, que afectará a cerca de 590.000 empleados públicos de la
Administración General del Estado, será anunciada este jueves tras la
aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 por el
Consejo de Ministros extraordinario convocado a tal efecto.
Precisamente los Presupuestos para el próximo año deberán contener un
ajuste de más de 25.000 millones de euros adicionales para cumplir con
el objetivo conjunto de déficit para la Administración central y la
Seguridad Social en el 3,8% del PIB.
El Gobierno deberá afilar el lápiz para cuadrar unas cuentas en las
que sube el gasto y los ingresos están lastrados por la recesión
económica. Los gastos por los intereses de la deuda pública se
dispararán en más de 9.100 millones y crecerá el gasto por pensiones y
prestaciones por desempleo.
Pero el Gobierno ya ha anunciado un amplio paquete de medidas para reducir el gasto
del personal de la administración pública. Entre las medidas que
afectan a los empleados públicos están la reducción del número de días
de libre disposición, en endurecimiento de las condiciones por
incapacidad temporal o la congelación de la oferta de empleo público.
Aunque este año no vayan a cobrar la paga extra de Navidad, el Ejecutivo asegura que para el próximo ejercicio volverán a hacerlo.
Las cuentas públicas para el próximo año también contendrán un
recorte del 12,2% en el gasto de los ministerios, con un ahorro de 4.300
millones. Además, se espera una drástica reducción de cerca del 15% en
las inversiones públicas y del resto de gastos corrientes.
Entre las medidas de ingresos previstas se encuentran nuevos tributos
medioambientales y una subida del impuesto de plusvalías para gravar
más a las operaciones inferiores a un año. También se espera la
supresión de deducciones y bonificaciones fiscales en otros impuestos.
Una de las incógnitas consistirá en ver si finalmente el Gobierno
aprueba la tasa para operaciones bursátiles. Un figura fiscal diseñada
por el Ministerio de Hacienda, de Cristóbal Montoro, pero que cuenta con
la oposición del Departamento de Economía, de Luis de Guindos.
Los Presupuestos incluirán una rebaja de las cotizaciones sociales
para los empresarios, que se compensará, según el Gobierno, con la
subida del IVA que entró en vigor a principios de septiembre. Es
probable que también incluyan una nueva subida de los Impuestos
Especiales y de las tasas públicas.
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