Al final, Cospedal ha decidido no comparecer en las Cortes de Castilla-La Mancha para intentar explicar el feo asunto de la presunta "mordida" de 200.000 euros. Escudados en lo que parece ser una artimaña más, la Mesa de las Cortes considera que la solicitud de explicaciones por parte de los socialistas (lo que exigiría habilitar un periodo extraordinario de sesiones) no se ha calificado por adolecer de "defectos de forma".
El asunto reviste mucha más gravedad ahora que Cospedal ha decidido no dar explicaciones porque, igual que le sucede a Rajoy, sencillamente no las tiene o carece de argumentos para salir airosa tras reconocer que se recibieron los 200.000 euros con destino a la campaña electoral y denunciar los socialistas que, en ese caso, el dinero se habría recibido fuera del plazo oficial y, por tanto, se trataría de una ilegalidad punible.
De fondo está el famoso recibí del gerente del PP de Castilla-La Mancha, José Ángel Cañas, en 2007, de esos 200.000 euros que, según Bárcenas, fue el pago o la supuesta "mordida" vinculada con la adjudicación del contrato de basuras, a la empresa Sufi. El líder de la oposición, Emiliano García-Page, ha asegurado que si Cospedal no comparece en las Cortes pedirá oficialmente su dimisión.
Cospedal demuestra con su incomparecencia que no tiene explicaciones para salir airosa de este nuevo jardín en el que se ha metido mientras tiene la osadía de seguir adelante con el pucherazo electoral y la reforma del Estatuto de Autonomía para obtener ventaja en las siguientes elecciones autonómicas.
Una joya.
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