Una vez más, la Consejería de Educación sacrifica la calidad de la enseñanza para ahorrarse el pago de las vacaciones de Navidad a profesores sustitutos. Desde el pasado lunes día 9, decenas de alumnos de inglés de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) han visto canceladas sus clases hasta la vuelta de vacaciones.
Tal y como se les ha informado desde la Dirección de la Escuela de Idiomas Raimundo de Toledo, la baja de su profesora no será cubierta hasta enero, con lo que los estudiantes perderán al menos dos semanas de docencia y no podrán realizar los exámenes en las fechas programadas.
Lo que más llama la atención de los afectados, es que no se trata de una situación sobrevenida, sino de una baja programada y conocida por todos que se prolongará hasta final de curso. Hubiera sido sencillo, con un poco de voluntad, tener prevista la sustitución a tiempo perjudicando lo menos posible al alumnado, que no descarta presentar un escrito a la Administración solicitando que se cubra la plaza lo antes posible.
Lamentablemente, éste no es un hecho aislado para los estudiantes de la EOI, quienes ya padecieron una situación similar en octubre, cuando una de las plazas estaba sin adjudicar comenzado el curso escolar. Es un ejemplo más del desinterés por la educación pública que muestra el Gobierno de Castilla-La Mancha y de cómo los recortes se convierten en norma.
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