Fuente: El Diario, 3 de octubre
Un colectivo de trabajadores del Gobierno regional denuncia ante su
presidente que solo tienen acceso a un medio de comunicación y ayer también fue
retirada esa opción
Este grupo de empleados públicos se concentra todos los viernes ante las
puertas de las delegaciones territoriales en las nueve provincias para protestar
contra los recortes
Se preguntan si cuando Juan Vicente Herrera habla del anteproyecto de Ley de
Transparencia y Gobierno Abierto “se refiere a la censura del resto de
medios”
Concentración de funcionarios de la Junta ante la Delegación Territorial de
Burgos. Foto de Pladepu
Un viernes negro más. Un día para denunciar recortes de la Junta de
Castilla y León. Una jornada, la de hoy, para poner de manifiesto la falta de
claridad por parte del Gobierno regional, en un momento en el que se pretende
sacar un anteproyecto de ley de Transparencia y Gobierno Abierto. Son los
funcionarios de la Junta los que llevan más de un año concentrándose, todos los
viernes, contra la política antipública, de su administración.
Y hoy dan un paso más denunciando que la Junta de Castilla y León
tiene bloqueado a sus funcionarios el acceso a las páginas webs de todos los
medios de comunicación. Salvo de uno, Intereconomía. Aunque, sospechando la
posible repercusión, el Gobierno regional ayer dio la orden de retirar también
esa opción.
Hoy entregarán al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y
al delegado territorial de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, un
escrito en el que denuncian ese ‘apagón’ de páginas webs.
En la carta, a la que ha tenido acceso La
Meseta, se relata cómo en toda la Comunidad Autónoma el acceso a Internet
“se hace de forma restringida para la mayoría de los empleados públicos, a
través de una Intranet, dándose la paradoja de que cuerpos de inspección,
técnicos, abogados, algunos jefes de sección, gestores de solicitudes online…
solamente disponen de Internet abierto para algunas páginas, lo que limita sus
posibilidades de ser más eficientes y ágiles en sus actividades”.
La Junta tiene un listado de páginas cerradas, como las que aportan
contenido pornográfico o juegos de azar, y de abiertas, donde no aparece ningún
medio de comunicación, a excepción de Intereconomía. Se da la circunstancia de
que en 2010 una funcionaria de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla
y León en Burgos generó una incidencia al Centro de Atención a Usuarios de
Informática en la que exponía que "se tenía acceso a la página web de
Intereconomía” y añadía que "le gustaría también tener acceso a las páginas Web
de los demás medios de comunicación o, al menos, de los de ámbito nacional y
regional más importantes”. La respuesta a esta incidencia fue cancelar el acceso
a todos los medios, incluido el de Intereconomía.
Sin embargo, ahora ha vuelto a abrirse. Y los funcionarios del
‘Viernes Negro’ de la Junta –que se concentran ante las oficinas del Gobierno
regional para protestar contra los recortes– se preguntan “¿Quién es el
responsable de dar esta orden, para abrir nuevamente en exclusiva la página de
Intereconomia a todos los empleados públicos de Castilla y León?” y si “¿nadie
se ha parado a pensar que los Servicios Públicos son creados para satisfacer las
necesidades de los ciudadanos, que son los que los financian con sus impuestos,
y que éstos se tienen que gestionar con parámetros de servicio, eficacia,
transparencia y efectividad y no solamente con criterios de rentabilidad
económica e ideológica?”. Y ayer volvió a cerrarse.
Además, se preguntan si cuando la Junta habla de transparencia y a
Juan Vicente Herrera “se le llena la boca con el Anteproyecto de Ley de
Transparencia y Gobierno Abierto, ¿a que se refiere?, ¿a la difusión, en
exclusiva, de las premisas sectarias de un medio de comunicación?, ¿a la censura
del resto de medios de comunicación?, ¿a la falta de información y contestación
permanente a las preguntas planteadas por los empleados públicos de esta
Administración?”.
Los empleados públicos de Junta de Castilla y León en Burgos llevan
un año y tres meses manifestándose todos los viernes ante el edificio de la
Delegación de la Junta de Castilla y León en Burgos, unidos por el
movimiento Viernes Negro. Este colectivo se formó de manera espontánea por los
empleados públicos de la Junta de Castilla y León, con la participación de los
sindicatos representados en la Junta de Personal y en el Comité de Empresa en
Burgos y de la Plataforma en Defensa de lo Público
(Pladepu).
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