Fuente: Spanish Revolution, 17 de octubre
Podrán decir lo que quieran. Unos hablan de 40.000 millones, otros de 60.000 millones de euros. Eso dicen es la ayuda que se les ha prestado a los bancos. Y es falso. Porque no sólo ha sido eso, ¡ojalá!
Según el Banco de España la cifra total de este rescate ha sido de 61.366 millones de euros, pero claro cuenta sólo lo que se ha dado en denominar “el rescate” puro y duro. Sin embargo, hay otros gastos tan o más importantes de los que nadie habla.
Se conoce, se comentan cuestiones sobre el “banco malo” (Sareb), esa sociedad creada para traspasar los activos tóxicos a los bancos afectados, pero no se airea mucho lo que esos activos cuestan. La broma, aunque siempre dicen que es una sociedad mixta y no pública, es que el Estado, o sea todos nosotros, avala los 52.000 millones que cuestan esos activos tóxicos, de lo que no sabemos cuánto se podrá recuperar.
Tampoco se suele hablar de las ayudas del FROB y los gastos del FGD (Fondo de Garantía de Depósitos), además de avales, préstamos y otros créditos fiscales que han recibido.
En total, 159.000 millones –esperemos que sean suficientes, aunque todavía hasta dentro de un mes, no se sabrá si definitivamente la UE dará por cerrada la crisis bancaria española—, una broma de la que parece que en el mejor de los casos –aunque De Guindos, Rajoy y Montoro dijeran que se recuperaría estas mil-millonadas— no parece que recuperaremos más del 35% de esta cantidad.
De momento hemos contraído cada españolito una deuda de 3.400 euros, incluidos niños de teta, nodrizas y soldados sin graduación. Así es que eso es lo que tenemos. Una deuda de la que no tenemos ninguna responsabilidad y que ha servido para apoyar a un sistema financiero cruel y más gestionado y que nos ha metido en una crisis galopante.
Si al menos hubiera servido de algo, no digo que estuviera bien, pero podría ser un atenuante. Lo que ocurre es que esta deuda milmillonaria en la que nos han metido no está sirviendo para salir de la crisis y, mientras tanto, ese dinero les está sirviendo a los bancos para mejorar su situación e incluso obtener pingües beneficios, mientras que el crédito sigue sin fluir, y por lo tanto no se reactiva el consumo, y estos desvergonzados, a pesar de las ayudas, siguen desahuciando a la gente humilde y cobrando comisiones hasta por mirar.
Mientras los ciudadanos se empobrecen, el paro está en unas cifras escalofriantes, los sueldos bajan, las pensiones pierden poder adquisitivo y siguen los recortes en los servicios esenciales, los bancos se dedican a recibir dinero del BCE al 0,5% y en vez de prestarlo a las familias o las empresas (cuando lo hacen cobran entre un 7 y un 8% de interés), lo invierten en deuda publica, obteniendo un 5% sin correr ningún riesgo. Un negocio redondo del que sólo salen beneficiados los bancos, mientras los ciudadanos nos comemos los mocos, y eso que la broma nos ha costado 159.000 millones de euros, y encima les tenemos que estar agradecidos. ¿Es o no es para rebelarnos?
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