Estimado Sr. Miguel Ángel Rodríguez,
En la noche de ayer, día 30 de septiembre, tuvimos que soportar su lamentable intervención en un programa de televisión “El Cascabel” que emite la cadena de televisión 13TV.
Como presidenta de FEDECA, en nombre y representación de los funcionarios de los Cuerpos Superiores de la Administración, he de manifestarle mi más absoluta repulsa por las afirmaciones, absolutamente infundadas y gratuitas, que vertió Ud., ante millones de espectadores sobre el comportamiento de los funcionarios.
Le recuerdo que, durante los años de bonanza económica, mientras todo el mundo gastaba y todo servía para ganar dinero, cuando todo se compraba y todo se vendía, endeudándose el sector público y el privado hasta las cejas, nadie se acordaba de los funcionarios que, año tras año, veníamos perdiendo poder adquisitivo, el sector privado se incrementaban los salarios y los beneficios de forma progresiva, y todo era
prosperidad. Tampoco en esa circunstancia nos quejamos.
Sr. Rodríguez, estamos cansados de discursos demagógicos, como si los servicios que prestamos los funcionarios no tuvieran valor alguno, ni aportasen valor añadido a la sociedad, tan sólo porque no se cobra por ellos a los ciudadanos un precio individualizado o de mercado. ¿Es que un proyecto de construcción redactado por un ingeniero del sector privado aporta más valor añadido que si lo redacta un funcionario
del Cuerpo de Ingenieros del Estado, o quizá un informe jurídico elaborado por un abogado del sector privado tenga más valor que el de un Abogado del Estado, qué precio en el mercado pondría Ud. a los informes de los Fiscales, cuántos ciudadanos podrían costearse una operación a corazón abierto? Estos ejemplos no es más que una pequeña muestra de algunos de los innumerables servicios que prestamos a los
ciudadanos, por supuesto que a cambio de una retribución, como no puede ser de otra manera, o es que Ud. trabaja gratis? Es evidente que no, hagamos memoria: la empresa de publicidad “Carat España, S.A.” cobró más de 26 millones de euros en contratos públicos desde que Ud. ocupó la presidencia de esa agencia; es conocido que desde su incorporación, esa agencia de publicidad contrató con ministerios y con
la televisión pública. De Fomento recibió casi 4 millones de euros a través del GIF -un mes después de que llegase a la presidencia de Carat-; para el Ministerio de Trabajo elaboró la campaña por la que cobró más de 7 millones de euros, y su adjudicación dio mucho que hablar. Interior también le encargó algunas campañas publicitarias, una de ellas sobre seguridad vial, por un importe de casi 15 millones de euros. Sólo por los encargos de TVE en 2003 facturó más de 450.000 euros.
Mire Sr. Rodríguez, la independencia de los funcionarios radica, precisamente en que tenemos un puesto de trabajo fijo ganado por oposición y sin tráfico de influencias, lo que nos permite estar al margen de los avatares políticos. Si nuestro puesto de trabajo dependiera del político de turno tendríamos que estar a su voluntad por miedo, como señalaba Ud. ayer que ocurre en el sector privado, a perder el trabajo.
Es lamentable que, según su exposición, la mayor parte de los ciudadanos trabajan o acuden al trabajo por temor al despido; afirmación que pone en duda no sólo la profesionalidad de los funcionarios, sino la de todos los profesionales. Esa es la consideración que Ud. tiene de los españoles.
En todo caso, resulta bochornoso que, al tiempo que reivindica la bajada de sueldos de los funcionarios de carrera, defienda los sobresueldos de los políticos y le brindo la oportunidad de presentar sus disculpas ante todos los funcionarios en el mismo medio de comunicación en el que les ofendió.
Reciba un cordial saludo,
La Presidenta de FEDECA
Elena Vicente
Esto mismo, reprocharles sus palabras , habría que hacer con otros muchos "señores" que se permiten decir lo mismo en otras circunstancias y que luego , aunque no sea en tertulias televisivas, tienen repercusión en los medios de comunicación.
ResponderEliminarSon ya demasiadas veces las que oimos a empresarios , o presidentes de asociaciones empresariales denigrar a los empleados públicos.
Desgraciadamente los empleados publicos tenemos mala fama. Lo más lamentable de todo es que entre los empleados publicos , entre nosotros mismos ,hay "clases" . Es muy triste que algunos empleados publicos piensen de otros empleasdos publicos que somos unos vagos , incumplidores . Si , eso me lo han dicho a mí.
Si entre nosotros se piensa así...¡Que esperamos que piensen otros!