Fuente: www.lamanchaobrera.es, 19 de enero
Otro varapalo para María Dolores de Cospedal. Después de tener que explicar las cuentas del ex tesorero Bárcenas en Suiza, la presidenta de Castilla-La Mancha se ha encontrado con un nuevo problema, esta vez en la Junta: su director general de la Función Pública tendrá que responder ante el Tribunal de Cuentas por su posible implicación en la trama de pagos irregulares en el Ayuntamiento de Toledo.
El Tribunal de Cuentas, a través de su sección de enjuiciamiento, ha abierto un procedimiento por irregularidades contables que afecta al Ayuntamiento de Toledo. Los indicios de delito se han encontrado en los ejercicios de 2002 y 2003, en la legislatura del alcalde José Manuel Molina, del Partido Popular.
Al término del escrito, el Tribunal de Cuentas insta a aquellos que puedan tener “responsabilidad contable” en este asunto comparezcan en los autos antes del 25 de enero. Además de Molina, han sido requeridos dos concejales de su equipo en aquel período, Lamberto García Pineda y Juan Manuel de la Fuente, actual director general de Función Pública.
Según fuentes municipales consultadas por El Confidencial Autonómico, los pagos improcedentes se corresponden con las nóminas de una serie de funcionarios que ahora deberán ser sometidas a un reintegro por alcance. En otras palabras, se pedirá a los responsables de esos pagos que respondan con su patrimonio para devolver las cantidades irregulares a la hacienda toledana.
De acuerdo con el informe del Tribunal de Cuentas al que ha tenido acceso ECA, la investigación está centrada en la existencia de “pagos contrarios a la legislación vigente” y otras “irregularidades detectadas por el Ministerio Fiscal” después de haber evaluado el informe de fiscalización del consistorio correspondiente a los años 2002 y 2003.
La alcaldía de Molina
El popular José Manuel Molina fue primer edil en Toledo en dos legislaturas: 1999–2003 y 2003–2007. Se retiró de la política tras las elecciones de 2007 pese a que su lista fue la más votada.
Con la coalición entre PSOE e IU, Emiliano García-Page fue investido alcalde, cargo que conserva en la actualidad. Al poco de obtener su banda de concejal, en junio de ese mismo año, Molina abandonó la gestión pública para volver a su puesto como subinspector de Hacienda.
El Ayuntamiento de Toledo fue advertido por primera vez en 2008 de la existencia de gastos sin justificar en su contabilidad. Desde el PP toledano, ya en la oposición, argumentaron en ese momento que las recomendaciones del Tribunal de Cuentas sobre sus cuentas en ese período eran “meramente técnicas”.
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