Fuente: www.eldiario.es, 20 de noviembre
Grandes empresas sanitarias como Capio y Ribera Salud ensanchan su mercado al privatizarse la gestión de hospitales públicos de donde proviene la mayoría de sus ingresos
La privatización de la asistencia sanitaria abre una vía de negocio, de ingresos, para las empresas a las que las administraciones terminan por ceder la gestión sanitaria. La reciente decisión de la Comunidad de Madrid de sacar a concurso seis hospitales de la región –que ahora funcionan bajo dirección de la consejería- pone encima de la mesa una tarta que puede alcanzar los 400 millones de euros anuales. La presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, también anunció un proceso similar para cuatro centros de su comunidad.
¿A quiénes se le abre el mercado con esta decisión política? El mayor operador privado de centros sanitarios públicos es la ya famosa Capio Sanidad. Esta compañía pertenece a un fondo de inversión: CVC Partners, que desembolsó en marzo de de 2011 unos 900 millones de euros para hacerse con la compañía. CVC, lógicamente, se dedica a ganar dinero para sus inversores: “Desde 1996 […] hemos multiplicado por 2,7 el retorno de las cantidades invertidas “, explican. Entre sus inversores están “los líderes mundiales en fondos de pensiones e inversión”. El resto del accionariado es más opaco ya que la empresa no accede a ofrecer una relación pormenorizada. El único nombre contrastado es el de Teresa Echániz Salgado, Subdirectora de Investigación y hermana del consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha José Ignacio Echániz.
75% de ingresos públicos
¿De dónde obtiene Capio Sanidad sus beneficios? Pues según el análisis ofrecido por CVC, el 75% de sus ingresos proviene de la sanidad pública “administrada por los gobiernos regionales con los que Capio tiene contratos a largo plazo”, reseña. El negocio suma unos ingresos de 551 millones de euros y un beneficio de 112 en 2010, cifra que ofrece CVC para ilustrar la magnitud de su adquisición. Entonces gestionaba directamente los hospitales de Valdemoro (Madrid) y La Fundación Jiménez Díaz (Madrid) además de los ambulatorios de esa área sanitaria de la capital (unos 400.000 vecinos de la capital). A eso hay que añadirle los hospitales que ha conseguido desde entonces: en la Comunidad de Madrid los de la ciudad de Móstoles (71,4 millones en 2012 y 106 para 2013) y Collado Villalba (todavía por estrenar). En Cataluña, recibió en 2011, de las arcas públicas, 43,9 millones por los servicios sanitarios del hospital del Sagrat Cor (el que más facturó a la Generalitat) y 16,99 millones, un 12,68% más que en 2010 por el Hospital General de Catalunya, según los datos del Ejecutivo catalán.
Otras empresas
El otro gran operador privado de la sanidad pública es Ribera Salud (propiedad de Bankia y SabadellCAM) quien obtuvo 36 millones de beneficios en 2011. Gestiona cuatro departamentos sanitarios de la Comunidad Valenciana y otros cuatro hospitales. La semana pasada vendió su parte del hospital madrileño de Torrejón de Ardoz (y el control sanitario) además del de Manises (Valencia) a Sanitas por 77 millones de euros. Santias pasó así a ser el tercer gran operador en España. Ribera Salud dijo que reforzaba "su posición financiera".
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